Participación social y educación inclusiva: aprendiendo de las experiencias de alumnado con TEA y de sus familias.
Las relaciones sociales positivas entre iguales, el sentimiento de ser reconocido y valorado al tiempo que se forma parte significativamente de un grupo de referencia, o la confianza en que lo que a uno le pasa le importa a los demás y puede tomar parte en las decisiones escolares que le afectan son, todas ellas, facetas de una dimensión poliédrica, pero central, en los procesos que configura una educación inclusiva.
En el proyecto de investigación que hemos desarrollado desde el grupo EQUIDEI, algunos de cuyos resultados se presentarán en este Congreso, las agrupamos bajo la denominación de participación social.