La innovación educativa debe responder a una exigencia del presente y a una previsión del futuro, aportando soluciones a problemas reales y contextuales. Las prácticas educativas deben transformarse porque la sociedad se transforma. Es esta misma sociedad la que, en nuestros días, se pregunta si realmente todos los procesos educativos innovadores responden a planteamientos bien asentados y consistentes, y si son capaces de dar respuesta a toda la diversidad del alumnado en el marco de un sistema educativo inclusivo.
La gamificación, mediante técnicas e instrumentos de tecnología educativa, resulta ser una opción para repensar las prácticas educativas y potenciar la motivación, especialmente hacia aquellos actos que mejoran la calidad de vida y las necesidades psicológicas básicas. Con la ambición de responder a algunas preguntas clave (¿los últimos avances en prácticas educativas fundamentadas en la aplicación de la tecnología pueden realmente responder a las necesidades de todo el alumnado?), el presente curso abordará nuevos enfoques para repensar diferentes prácticas.