Alzheimer’s Disease International (ADI) estima que, en todo el mundo, el 75% de las personas con demencia no están diagnosticadas; esta cifra puede llegar al 90% en algunos países de ingresos bajos y medios, donde el estigma y la falta de concienciación sobre la demencia siguen siendo los principales obstáculos para el diagnóstico.
Más de 55 millones de personas viven con demencia en todo el mundo. Se trata de una cifra asombrosa, que resulta aún más sorprendente si se tiene en cuenta que aumenta día a día, con previsiones de alcanzar los 78 millones en 2030. El plan de acción global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la respuesta de salud pública a la demencia tiene como objetivo que al menos el 50% de los países diagnostiquen el 50% del número estimado de personas con demencia para 2025. Dado que la mayoría de los países aplicaron medidas de bloqueo para contener la propagación del COVID-19 durante 2020-2021, la restricción de movimientos cortó gran parte del acceso a los servicios sanitarios para las personas con síntomas de demencia; el impacto total de esta interrupción en el diagnóstico de la demencia aún está por verse.