El paciente que ya ha recibido el alta en Salud Mental (S.M.) no significa que esté estable a lo largo de su vida, sino es que susceptible de cambios no favorables en su vida cotidiana, conllevando a una desestructuración en las Actividades de la Vida Diaria (A.V.D.). El propósito a conseguir es una inclusión del Terapeuta Ocupacional (T.O.) en el campo de la S.M., concretamente seguimientos domiciliarios en el paciente residual. También es muy importante el pilar de la familia, ya que puede influir de una forma paliativa en la evolución de la enfermedad, pudiendo ocasionar un desequilibrio funcional. El T.O. tiene como objetivo principal conseguir la mayor autonomía y rutina en su vida diaria
Resumen recogido del portal de la Revista Terapia Ocupacional Galicia