Aprender a utilizar el orinal tiende a convertirse en un proceso estresante para cualquier niño, pero para los menores con autismo puede constituir un auténtico reto. Las dificultades especiales que tienen estos niños para dejar los pañales vienen originadas por varios factores. Como regla general, se puede decir que a los niños autistasEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Personas con autismo en su lugar. les resulta complicado captar conceptos nuevos, y éste es el caso también del entrenamiento para controlar los esfínteres. Les cuesta, en primer lugar, adquirir las habilidades prácticas necesarias para hacer uso del orinal o el inodoro, y una vez que las posean, les resulta, a menudo, difícil aplicar esas aptitudes en ambientes diferentes al que sirvió de escenario para el aprendizaje.
Pensando en las necesidades de las personas adultas implicadas en este proceso de aprendizaje, la consultora de conducta Brenda Batts, madre de un hijo autistaEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Persona con autismo en su lugar., ha elaborado este documento que explica cómo abordar el problema de manera eficiente. No se trata de un modelo único que debe servir para todo el mundo, sino más bien un recopilatorio de buenas prácticas. La idea es que los padres y los profesionales, con la ayuda de estos consejos, puedan diseñar un programa adaptado a las necesidades individuales del niño al que están atendiendo. El libro presenta también una recopilación de casos que, entre otras cosas, sirve para demostrar que no hay situaciones imposibles.
Brenda Bratts ha creado un recurso único en su tipo, en el que se enseña que, aunque el entrenamiento para abandonar el pañal no es ningún juego de niños, y tampoco ha de tratarse como tal, no tiene por qué suponer un trauma para el pequeño y no ha de ser agotador para el adulto que le acompaña en el aprendizaje.
Reseña recogida de Gizarteratuz (2011, octubre) 20