Todavía hoy, tener cualquier tipo de discapacidad supone para la persona un importante hándicap en el uso y disfrute de los derechos sociales y económicos. Si bien la discapacidad está presente de igual manera en las mujeres y en los hombres, la sociedad penaliza en mayor medida si la persona con discapacidad es mujer.
Siendo importantes consumidoras de cuidados médicos, las mujeres con discapacidad se enfrentan, de manera frecuente, a problemas por una atención sanitaria inadecuada e inaccesible. Asimismo, se enfrentan a la falta de accesibilidad de los centros, espacios, mobiliario, etc. en centros de salud y hospitales (en especial, en las consultas de ginecología, en campañas de detección de cáncer de mama, etc.)