El PVD (Habilidades de la Vida Diaria) tiene como finalidad global la consecución del máximo nivel de autonomía e independencia personal en los hábitos cotidianos en el hogar. Muchas de las habilidades entrenadas en el programa constituyen requisitos imprescindibles para poder acceder a otros entrenamientos relacionados con la inclusión en la comunidad y el empleo ordinario. Los hábitos cotidianos de apariencia externa y cuidado personal, así como las conductas de independencia personal son valorados por los demás y la aceptación social de los discapacitadosEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Personas con discapacidad en su lugar. depende en gran medida de los aprendizajes en este terreno.
Las personas con discapacidades graves o plurideficiencias constituye un colectivo especialmente necesitado en este tipo de programación y entrenamiento.
La aplicación correcta del PVD requiere la utilización de diferentes materiales que se incluyen en un único volumen: fichas de trabajo, hojas de registro y gráficas de evolución del alumno en el programa. Un listado de objetivos permite tener una visión global del programa.
Crítica recogida del Boletín del Real Patronato (2000, Diciembre) 47