Hay circunstancias en las que el ingreso en un centro sociosanitario es la mejor manera de atender a una persona con cierto grado de dependencia. En este sentido, cada vez existe mayor conciencia sobre la necesidad de tomar medidas para que la entrada en uno de estos dispositivos no debilite las redes sociales de los usuarios, conjurando así el riesgo de aislamiento y exclusión social. Esta herramienta trata de orientar a profesionales, gestores, evaluadores, entidades y usuarios sobre cómo fomentar la imbricación comunitaria de los establecimientos sociosanitarios que atienden a personas dependientes, de manera que éstas puedan ejercer una vida social plena.
Para ello, dicen los autores, el centro debe abrirse al exterior y volcarse hacia el entorno, entendiendo éste en un sentido amplio, que trasciende el contexto familiar y social, para incluir las características geográficas, históricas, económicas, sociales y culturales del territorio en el que está instalado. Desde el respeto a la misión de cada dispositivo y velando en todo momento por la seguridad de sus usuarios, en este librito se proponen una estrategia, distintos recursos y algunas buenas prácticas para que ese diálogo entre el centro y su entorno sea fructífero.
Información recogida de gizarte.doc (2009, octubre) 37