Partiendo de que la salud debe entenderse como el bienestar físico, psíquico y social, y no sólo como la ausencia de enfermedad o dolor, y de que la discapacidad ha de referirse a las dificultades permanentes físicas, sensoriales o intelectuales, congénitas o sobrevenidas, que obstaculizan la realización de actividades cotidianas y que no son debidas al proceso normal de envejecimiento, las autoras de esta guía, Pilar Migallón y Oriana Ayala, han confeccionado esta guía para mujeres con discapacidad teniendo como referente fijo los múltiples factores que se relacionan con la salud.
De ahí que hagan especial hincapié en aspectos tales como el trabajo, la alimentación, el nivel de ingresos económicos, el lugar donde se vive, las relaciones que se mantienen con otras personas (familia, parejas, amistades, etc.) y, desde luego, la autopercepción del estado físico, psíquico y social, dado que la misma puede conducir a mayores limitaciones o, por el contrario, a potenciar la fortaleza.
De forma sencilla y concreta, la guía aborda conceptos, situaciones y circunstancias cuyo entendimiento y asimilación propician un mayor acercamiento y solidaridad para vivir y sentirse mejor. Para ello, sus numerosos y sucintos apartados se detienen en cuestiones tales como “Ser mujer con discapacidad en nuestra sociedad”, “La identidad femenina”, “Vida cotidiana y barreras”, “Nuestras familias”, “El trabajo doméstico y el de las cuidadoras”, “Educación, formación y empleo”, “La vivencia de nuestro cuerpo”, “Sexualidad”, “Las relaciones de pareja”, “Maternidad”, “La violencia contra las mujeres con discapacidad”, “Cuidar nuestra salud”, etc.
Crítica recogida de Voces (2005, Julio-Agosto) 353