El derecho a la educación implica la defensa de los derechos humanos de todas las personas con limitaciones. Frente a la escuela donde la competitividad y la uniformidad son características definitorias, una escuela para todos asume la diversidad como pilar básico y está plenamente integrada en la sociedad. La escuela como comunidad educativa no tiene otra meta que la plena incorporación social de las personas con discapacidad y pretende, por otra parte, colaborar en la prevención de las necesidades educativas especiales.
Destacan, entonces, los aspectos organizativos y didácticos como marcos de actuación educativa que permitan una acción eficaz ante el fenómeno de la discapacidad, aspectos de los que se ocupa el trabajo de A. Vega.
Su objetivo: conseguir una “comunidad educadora” para una sociedad más humana y justa.
Crítica recogida de Boletín del Real Patronato (2001, agosto) 49
El camino hacia la Educación Inclusiva: Un análisis desde la perspectiva de los profesionales de la Educación
La obra, elaborada por Plena Inclusión Madrid, sigue a los trabajos de “20 propuestas para una educación inclusiva” realizado por familiares de personas con