Cuidar y cuidarse es un arte. Son muchos los cuidadores que contagian paz e infunden confianza, y no sólo con sus palabras, sino con sus actitudes; que conservan la calma y no se alteran fácilmente ante las adversidades; que conocen sus limitaciones y piden ayuda; que admiten con sencillez sus equivocaciones… Porque ser cuidador no significa ser perfecto o tener que dejar tu vida de lado. Ser cuidador significa que tienes una poderosa fuerza que duerme en tu interior y que está esperando que la despiertes.
La brújula del cuidador es una obra que, a través de una prosa cuidada y directa, tocada con exquisitas pinceladas de emoción, pretende ayudar a los familiares y cuidadores a vivir una vida con plenitud y a tomar una actitud optimista respecto a la enfermedad y los cuidados. Una lección de amor que difícilmente dejará indiferente al lector.
Reseumen recogido de la página web de la Editorial Plataforma