La prevalencia de la obesidad está aumentando en niños y jóvenes en las sociedades desarrolladas. Con frecuencia este sobrepeso se asocia a otras manifestaciones del llamado Síndrome Metabólico (diabetes tipo 2, intolerancia a la glucosa, incremento en la presión arterial y alteraciones lipídicas como un descenso en el c-HDL). Aunque no pueden descartarse los factores genéticos la mayor parte de los estudios apuntan a una influencia del estilo de vida y en especial a la ingestión de un exceso de calorías en forma de grasas saturadas y carbohidratos rápidos (dulces y cereales refinados) y sobre todo la ausencia, casi total, de actividad física en muchos de los niños y jóvenes.
Los fundamentos etiopatogénicos del Síndrome Metabólico podrían residir en las alteraciones de la sensibilidad a la insulina (insulinoresistencia) y en las alteraciones de la secreción de una serie de hormonas del tejido adiposo como la leptina y la adiponectina.
Información recogida de Teseo (Bases de datos de las tesis doctorales leídas en las Universidades Españolas del Ministerio de Educación y Ciencia)