La evaluación de la calidad de vida de la persona cuidadora no profesional debe ser tenida en cuenta como parte de la evaluación sobre las condiciones de vida de la persona cuidada, que actualmente se realiza a través de otros instrumentos, como la Escala de Zarit, o el Índice de Barthel, de Katz, o de Lawton.
La Fundación Pere Tarrés desea poner el énfasis en la atención centrada en la persona. Lo que significa situar a la persona en el centro del sistema, con el objetivo de mejorar su salud, su calidad de vida y su bienestar, respetando su dignidad, sus derechos. Esta premisa implica también tomar en consideración sus necesidades, preferencias y valores contando con su participación activa en las distintas fases del proceso de atención (planificación, desarrollo y evaluación).