El proceso de envejecimiento que actualmente está afectando a un significativo número de personas con discapacidad intelectual constituye un problema social emergente, que se ha producido como consecuencia del aumento de la esperanza de vida entre esta población.
Aunque en las circunstancias actuales, el concepto de envejecimiento funcional ha sobrepasado al de edad cronológica, hoy se considera que una persona con discapacidad intelectual mayor de 45 años puede ser considerada como una persona que presenta características asociadas al proceso de envejecimiento.
Un 18% de las personas con discapacidad intelectual en nuestro país tienen actualmente 45 años o más, y esta proporción alcanzará una cifra superior al 60% en los próximos 20 años, con lo cual podemos considerar que el estudio del proceso de envejecimiento que afecta a estas personas se convierte en un problema social emergente que afecta, además del colectivo de personas con discapacidad intelectual, al profesional que desarrolla su actividad con este colectivo, a sus familias y a las instituciones oficiales responsables del bienestar social de los ciudadanos.
Los resultados que se presentan en este libro proceden de un trabajo en el que, aparte de una profusa revisión sobre el tema, se han llevado a cabo diferentes estrategias a fin de conocer la situación actual de estas personas, en las que se incluye familia y profesionales de los distintos recursos implicados en la persona con discapacidad intelectual adulta.Se recogen estrategias y propuestas dirigidas a mejorar la calidad de vida en el colectivo.
Recogido de la página web del SIIS