El medio acuático ofrece posibilidades para el desarrollo motor que podemos utilizar desde el nacimiento. La mayoría de investigaciones sobre el tema coinciden en el enriquecimiento que supone el ejercicio físico en agua, permitiendo la realización de ejercicio en tres dimensiones. Está suficientemente demostrado que la actividad física influye de manera evidente en el desarrollo sensitivo-motor del niño independientemente del medio donde se realice, por lo que el trabajo en distintos medios aumentará las posibilidades de tratamiento en los trastornos que afectan al desarrollo. Los padres desempeñan el rol principal en el desarrollo de sus hijos. Los profesionales debemos asesorar a las familias para promover e implementar un programa de intervención individualizado. Determinar la relación entre la actividad física en el agua y el desarrollo de la psicomotricidad en bebés sanos y en niños con parálisis cerebral.
Resumen recogido de la publicación