Toda persona tiene derecho a tomar decisiones sobre su cuerpo y su vida, incluso sobre cuándo y con quién tener relaciones sexuales y si desea tener hijos. Las mujeres, las niñas y las personas con discapacidad que no se ajustan al género tienen la misma probabilidad de ser sexualmente activas que sus pares sin discapacidad y tienen las mismas necesidades de salud sexual y reproductiva. Sin embargo, los estereotipos dañinos a menudo conducen a la negación de la información y la oportunidad de ejercer estos derechos.
WEI trabaja para garantizar que los Estados respeten toda la gama de derechos y salud sexual y reproductiva, incluida la autonomía corporal y el derecho a la paternidad. WEI brinda orientación técnica para promover servicios de salud inclusivos en materia de discapacidad y género.