En este artículo se presenta el proceso de atención e inclusión escolar en la etapa de Educación Infantil en un centro educativo de Cartagena (Murcia) de un niño con discapacidad visual y otras deficiencias asociadas, afiliado a la ONCE desde los 9 meses. Los autores relatan la experiencia en primera persona, desde la perspectiva del niño, centrándose en el curso escolar 2014-15. La buena evolución del proceso se atribuye a factores clave, tales como una comunicación fluida con la familia, la coordinación entre los profesionales o la actitud positiva de maestros y compañeros. Tanto en el período de atención temprana como en la primera etapa escolar, la neuroplasticidad, las experiencias vividas y la estimulación recibida favorecen los cambios en la estructura física del cerebro del niño. El apoyo en el centro, en el que se escolariza por primera vez a un alumno con discapacidad visual, es total. Los maestros pasan de una actitud de temor a lo desconocido a la serenidad: aprenden a entrenar su propia mirada, para llevarla del «mar de dificultades» derivadas de la multidiscapacidad del niño, al «mar de posibilidades» que van descubriendo en él.
Resumen realizado por el/los autores recogido del propio artículo