A la educación especial segregada se le ha reprochado no preparar adecuadamente a las niñas y niños con discapacidad intelectual para la vida autónoma y la participación social plena. Sin embargo, esta crítica a veces ha ocultado la existencia de diversas perspectivas dentro de esta área de la pedagogía. El estudio que aquí se reseña se propone, precisamente, identificar las distintas maneras de entender la educación especial, así como las diferentes nociones de inclusión y democracia en que aquellas se fundamentan. En el último apartado del artículo, su autor defiende que alcanzar la inclusión social exige un modelo inclusivo de toma de decisiones y, por ello, reclama que el alumnado y sus familias tengan mayor capacidad de influir en el devenir de la educación especial.
Información recogida de gizarte.doc (2008, abril) 21