El autor de este artículo, especialista en sexología, destaca la necesidad de reconocer a la persona con discapacidad intelectual como un ser sexuado con necesidades afectivas y sexuales que, como cualquier otro ser humano, requiere una adecuada preparación en orden a una positiva integración de su sexualidad y afectividad a lo largo de toda su vida y en sus relaciones.
Resumen realizado por la autora recogido del propio artículo