El trastorno cognitivo es una característica central de la esquizofrenia, ya que los déficit se dan en la mayoría de los pacientes, con frecuencia preceden a la instauración de otros síntomas positivos, persisten a pesar de que el tratamiento tenga éxito y suponen una importante proporción del trastorno funcional en la esquizofrenia.
Mientras que los antipsicóticos atípicos han dado lugar a crecientes mejoras de la función cognitiva de pacientes con esquizofrenia, el tratamiento global sigue siendo inadecuado.
En años recientes ha aumentado el interés por el desarrollo de nuevas estrategias para el tratamiento de los déficit cognitivos en la esquizofrenia, centradas en mejorar los trastornos de memoria de trabajo, atención y cognición social.
En este contexto, hemos revisado diferentes objetivos moleculares que se están explorando activamente para trabajos de descubrimientos farmacológicos en la esquizofrenia y la cognición.
Estos objetivos moleculares incluyen los receptores de la dopamina en la corteza prefrontal, los receptores nicotínicos y muscarínicos de la acetilcolina, la sinapsis de excitación glutamatérgica, diferentes receptores de la serotonina y el sistema del ácido gamma-aminobutírico (GABA).
Resumen tomado de Psiquiatría.com