La mediación familiar, en un primer momento, fue creada y destinada a personas en proceso de separación o divorcio (reparto de los bienes materiales, custodia de los hijos, pensiones, etc.). Sin embargo, desde la Etapa Adulta de la Fundación Síndrome de Down de Madrid, se vio la necesidad de crear este servicio con un fin más específico, a saber: abordar diferentes temas vitales en la vida de una persona adulta con discapacidad intelectual, tales como: tutor/curador legal cuando los padres fallezcan, vida independiente, organización del tiempo de la persona con discapacidad intelectual y su familia, alternativas de futuro existentes cuando los padres ya no se puedan hacer cargo, etc.
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