Las terapias corporales potencian la capacidad del propio cuerpo como recurso: el movimiento es un proceso que promueve la integración de aspectos físicos, cognitivos, emocionales y sociales en cualquier individuo. El trabajo corporal es esencial en la atención temprana de niños con discapacidad visual, puesto que el centro del proceso es el niño, que se expresa a través del cuerpo-sujeto, que actúa y siente a la vez, reelaborando vivencias de acción y emociones. Es evidente la importancia del desarrollo multisensorial en el desarrollo global posterior. Las técnicas corporales (juego, terapia psicomotriz, movimiento y danza) permiten una intervención más ajustada, frente a los inconvenientes que plantea el trabajo desde la palabra en el aprendizaje del niño ciegoEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Persona ciega en su lugar..
Resumen realizado por el/los autores recogido del propio artículo