El mercado, también el de trabajo, es implacable con los más débiles. En el caso de las personas con discapacidad, hemos comenzado por perfilar su concepto técnico jurídico, para centrarnos seguidamente en la cuestión de su empleo. El Estado Social procura compensar, al menos en parte, su desigualdad de partida, fomentando su inserción en el mercado ordinario, y también en el protegido.
Las empresas de economía social, por los valores que atesoran, suelen ser el ámbito más acogedor para las personas con discapacidad, señaladamente, en el caso de los centros especiales de empleo. El trabajo culmina con conclusiones y recomendaciones, a partir de reflexiones teóricas y entrevistas a agentes del sector
Resumen recogido de la publicación.