Probablemente, el abandono gradual de las grandes instituciones residenciales y su sustitución por pequeños servicios para facilitar la vida en comunidad ha representado la política sobre discapacidad intelectual más importante desde la segunda guerra mundial. Este proceso de desinstitucionalización se encuentra muy avanzado en países como Escandinavia, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia, no siendo así en otros países. La finalidad de esta declaración es exponer de forma concisa las conclusiones a las que ha llegado un grupo de expertos tras revisar las numerosas investigaciones que han comparado las distintas modalidades de alojamiento comunitario para personas con discapacidad intelectual con los centros residenciales habituales, en cuanto a su coste y eficacia. Se afirma que existen pruebas científicas suficientes de que las alternativas comunitarias evaluadas presentan mejor ratio coste-eficacia. El artículo presenta una panorámica de la situación, encontrando grandes diferencias entre países.
Información recogida del Boletín del Real Patronato (2011, agosto) 73